Unos 80 insurgentes, presuntamente talibanes, asaltaron la pasada noche la cárcel después de que uno de ellos estrellara un camión bomba contra la entrada de la prisión, según el viceministro afgano de Justicia, Mohammad Qasim Hashimzai. Una fuente policial cifró en 890 el número de prisioneros que escaparon.
Además, varios suicidas hicieron explotar la carga que llevaban en el interior del penal lo que contribuyó al caos y al desorden. "En la explosión han muerto todos los guardias y otros se encuentran bajo los escombros", ha explicado el director de la prisión, Abdul Qadir.
Durante el asalto, con lanza granadas y armas ligeras duró cerca de treinta minutos y en él perdieron la vida nueve policías, siete prisioneros y un civil. Según Wali Karzai, hermano del presidente del país y presidente del Consejo Provincial de Kandahar, "todos los prisioneros han escapado. No ha quedado ni uno". Karzai añadió que entre los presos liberados había un grupo de 350 talibanes que se encontraban en huelga de hambre desde hace un mes. RHP/ZA