El organismo ha subrayado que Al Jair inició su protesta el 7 de junio y que la misma se mantendrá hasta que las autoridades de la prisión de Zahban, donde se encuentra encarcelado, pongan fin a sus prácticas.
Así, ha denunciado que la administración no le ha permitido someterse a pruebas médicas, ha evitado que pida "comidas adecuadas para su estado de salud" e impide que reciba visitas o lea libros o periódicos.
Por ello, el GCHR ha condenado el tratamiento al que está siendo sometido Al Jair, reclamando a las autoridades que pongan fin a su maltrato y acoso contra el activista, al tiempo que ha solicitado que se retiren los cargos contra él y sea liberado.
Al Jair ganó el año pasado el Premio Internacional de Derechos Humanos Ludovic Trarieux, entregado por los colegios de abogados europeos a letrados que defienden los Derechos Humanos y luchan contra la tolerancia y el racismo.
Al Jair fue el abogado defensor del activista y bloguero saudí Raif Badawi, detenido en 2012 y condenado a diez años de cárcel y mil latigazos --de los que ha recibido 50-- por "insultar al Islam".