Según los datos que maneja el organismo, en marzo tuvieron lugar desplazamientos colectivos en las localidades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, la capital del país, y durante mayo unas 360 familias abandonaron sus hogares en un barrio de la capital.
ACNUR ha subrayado que la guerra entre pandillas, la extorsión, el reclutamiento forzoso, la violencia sexual y la inseguridad son algunos de los factores que justifican la situación, agregando que las personas del colectivo LGTBI son víctimas de amenazas, ataques y homicidios.
Asimismo, ha apuntado que los colectivos de periodistas, profesores o estudiantes sufren ataques a consecuencia de sus denuncias contra la violencia o la corrupción, por lo que ha pedido a las autoridades que actúen para hacer frente a la situación y proteger los derechos de los desplazados.
Honduras, una de las naciones más violentas del mundo debido a la presencia de los cárteles de la droga, es además una de las principales rutas de la cocaína que circula desde Sudamérica a través de América Central, camino a Estados Unidos.