Además, el organismo ha cifrado en 471 el número de viviendas y edificios destruidos por el seísmo. Los servicios de rescate han empezado a lanzar comida y agua para ayudar a los ciudadanos que han quedado atrapados en los tres distritos más afectados por el terremoto.
Los equipos de rescate aún no han conseguido llegar a varias localidades porque los desprendimientos de terreno han bloqueado las carreteras, por lo que están usando maquinaría pesada para intentar solucionarlo. Las agencias humanitarias, entre ellas Cruz Roja, esperan con ambulancias y camiones a poder acceder a las zonas afectadas por el terremoto para atender a las víctimas y a los damnificados, según informa la cadena CNN.
De acuerdo con el Centro Geológico de Estados Unidos (USGS), un seísmo de 6,6 grados sacudió el pasado sábado los alrededores de Palu a una profundidad de 20 kilómetros. Después, se registró uno de 5,9 grados al noreste de Ternate, en las islas Molucas, con una profundidad de 46,67 kilómetros.
Indonesia se sitúa en el llamado Anillo de Fuego, un arco de fallas que rodea la cuenca del océano Pacífico, donde se suelen producir numerosos terremotos y erupciones volcánicas.