Un nuevo atentado contra una mezquita deja 38 muertos en el norte de Pakistán

AGENCIA EFE 05/06/2009 12:04

El ataque tuvo lugar durante las oraciones del viernes en el montañoso poblado de Hayagai Shargai, situado en el distrito de Alto Dir de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), según el máximo responsable de la demarcación, Atifur Rehman, citado por el canal televisivo "Dawn".

El jefe de la Policía de la NWFP, Malik Naveed Khan, aseguró a la prensa que la cifra de muertos asciende a 38 y la de heridos a 50, aunque otras fuentes del Gobierno regional aseguraron a la cadena "Geo" que las víctimas mortales podrían situarse en 45, ya que muchos de los heridos se hallan atrapados en los escombros.

Otra fuente policial dijo a la agencia estatal APP que una bomba estalló en el principal templo islámico de la localidad, aunque añadió que los agentes están intentando determinar si se trata de un atentado suicida, algo que las autoridades aún no han aclarado.

Alto Dir es un distrito limítrofe con el conflictivo valle de Swat, donde se concentra el grueso de las ofensivas con artillería pesada y ataques aéreos del Ejército paquistaní contra los talibanes.

Aunque esta demarcación acostumbra a ser relativamente tranquila, en el fronterizo Bajo Dir son frecuentes los combates entre insurgentes y militares.

Este atentado es el más sangriento desde el registrado el pasado 27 de marzo en la región tribal paquistaní de Khyber, fronteriza con Afganistán, de nuevo contra una mezquita repleta de fieles y que costó la vida a 50 personas.

Desde el inicio de la operación del Ejército en el norte paquistaní, los integristas han lanzado una ola de atentados, como el que el 27 de mayo dejó 25 muertos en la ciudad oriental de Lahore y los otros tres que, sólo un día después, acabaron con la vida de diez personas en Peshawar y otros puntos del noroeste.

Unos 1.300 talibanes y más de 100 soldados han muerto en la ofensiva a gran escala que arrancó a finales de abril, según cálculos militares, aunque el Ejército no ofrece cifras de víctimas civiles.

En un comunicado, el mando militar paquistaní informó hoy de la muerte de diez "terroristas" y 14 miembros de las fuerzas de seguridad en las últimas 24 horas en Swat, valle que los insurgentes habían convertido en uno de sus principales bastiones.

Tres activistas del Tehreek-e-Nafaz-e-Shariat Muhammadi (TNSM, Movimiento para el Refuerzo de la Ley Islámica) han sido además detenidos, entre ellos su portavoz, Amir Izzat, según la comandancia paquistaní.

El TNSM fue el grupo que actuó como mediador en el acuerdo al que llegaron las autoridades con los integristas para implantar la 'sharía' o ley islámica en la amplia región norteña de Malakand, donde ahora el Ejército combate a los insurgentes tras comprobar que habían aprovechado la situación política para ganar terreno.

El atentado de hoy ha coincidido con la visita a Islamabad del enviado especial de EEUU para Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, quien se reunió hoy con el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, y con el titular de Exteriores, Shah Mehmud Qureshi.

Guilani recordó a Holbrooke, que aterrizó en la capital el pasado 3 de junio, que "el Gobierno de Pakistán y todas sus instituciones están comprometidas en la lucha contra la amenaza del terror", según un comunicado de su oficina.

El primer ministro también pidió una ayuda norteamericana superior a los 300 millones de dólares para los dos millones de desplazados que han abandonado sus hogares en el valle de Swat y los distritos vecinos donde el Ejército desarrolla su operación contra los integristas.

En su primer día de estancia en Islamabad, Holbrooke ya había anunciado que el presidente de EEUU, Barack Obama, ha solicitado al Congreso un paquete adicional de 200 millones de dólares, que se sumaría a los 110 millones ya destinados por Washington para aliviar el sufrimiento de los desplazados.

El enviado de Obama, según el comunicado de la oficina del primer ministro, visitó los campos de desplazados, muchos situados en las faldas de Swat, y elogió la "tradición hospitalaria" que emana del "Pastunwali", el código de honor y comportamiento de la etnia predominante en la NWFP.

El Gobierno y la ONU han subrayado en varias ocasiones que muchos de los desplazados no se hallan en los campamentos habilitados por las autoridades sino que son acogidos por familias.