Las fuentes explicaron que el vehículo, conducido por un suicida, se empotró contra una patrulla militar en una carretera del sur de la ciudad.
Las mismas fuentes habían relatado anteriormente que el coche se encontraba estacionado cuando fue detonado.
Cinco de las víctimas mortales son militares, mientras que otras tres son civiles que se encontraban en las proximidades.
Este ataque se produjo unas horas después de que otra explosión similar, también en el sur de Kirkuk, matara a dos personas e hiriera a otras diez, según las fuentes.
Kirkuk, capital de la provincia del mismo nombre, es una zona rica en petróleo que se disputan árabes, kurdos y turcomanos.
El territorio autónomo del Kurdistán Iraquí aspira a anexionarse esta zona una vez que se celebre un referéndum, tal como recoge la Constitución iraquí, para determinar el futuro de esta ciudad.
Por su parte, el Gobierno central no oculta sus deseos de que esta zona se mantenga bajo control directo de la capital del país.