La destrucción de las barbacoas forma parte de una operación de tres meses en las que las autoridades requisaron este tipo de parrillas ilegales, en su mayoría fabricadas por los musulmanes de la etnia uigur, en la región autónoma de Xinjiang.
El Gobierno chino ha adoptado otro tipo de medidas para disminuir la polución del país, como turnar los coches viejos, que podrán circular en días alternos dependiendo de si su matrícula es par o impar, o cerrar las escuelas que estén en "nivel uno" de alerta de polución.
Este tipo de alerta forma parte del nuevo sistema creado por el Gobierno para Pekín, que establece un "nivel uno" cuando el índice de calidad del aire es superior a 500, según ha informado la agencia estatal de noticias china Xinhua.
El plan tiene como objetivo reducir las partículas que se pueden inhalar en al menos un 10 por ciento en las mayores ciudades del país hasta 2017. En Pekín, debido a su alta polución, el índice de contaminación deberá descender hasta un 25 por ciento.