El ataque, atribuido por las autoridades a un grupo yihadista, comenzó en una comisaría egipcia de la región del Norte del Sinaí, donde los milicianos lograron penetrar ocultos en un coche de la Policía que habían robado anteriormente.
Una vez dentro abrieron fuego y mataron a 15 militares y se hicieron con dos todoterrenos blindados con los que partieron en dirección al paso fronterizo de Kerem Shalom. Una vez allí, utilizaron uno de los vehículos para empotrarlo contra la valla fronteriza y lograr pasar hacia territorio israelí.
El Ejército hebreo respondió de inmediato y nada más cruzar la frontera se produjo un tiroteo. La aviación israelí respondió también con rapidez y el segundo blindado fue bombardeado. El Ejército israelí ha informado de que al menos tres milicianos han muerto y de que no hay ningún israelí herido.