En su comunicado, Ban ha recordado que los ataques contra objetivos civiles están "estrictamente prohibidos", pidiendo a las partes en conflicto que respeten las obligaciones marcadas por el Derecho Humanitario, incluidas las de distinción, precaución y proporcionalidad.
Por otra parte, ha reclamado la apertura de una investigación "independiente e imparcial" de todas las denuncias de violaciones graves durante el conflicto, solicitando una vez más que las partes resuelvan sus diferencias a través del diálogo.
La ofensiva habría sido obra de la coalición militar encabezada por Arabia Saudí, que se ha limitado a decir que "investigará para ver si es cierto o no". Un portavoz, Ahmed al Asseri, ha asegurado que es "demasiado pronto" para obtener una "imagen clara" de lo ocurrido, si bien ha "lamentado" cualquier posible daño personal.
Las fuerzas regionales bombardean Yemen desde hace casi un año, dentro de una ofensiva con la que quieren ayudar al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi a repeler la ofensiva de los rebeldes huthis.
Unas 6.000 personas --la mitad de ellas civiles-- han perdido la vida desde el inicio de la operación militar de la coalición. Las organizaciones de ayuda humanitaria y la ONU han cuestionado las acciones del bloque que encabeza Arabia Saudí, en la medida en que podrían constituir crímenes contra la Humanidad.