El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha condenado el uso de la fuerza por parte de las autoridades sirias contra la población civil y ha pedido al Gobierno del presidente Bashar al Assad que ponga fin a la violencia "inmediatamente".
En un comunicado emitido este domingo, después de que el Ejército entrara en la ciudad de Hama, en el noroeste de Siria, con carros de combate para aplastar las protestas antigubernamentales, Ban expresó su preocupación por el hecho de que un gran número de personas hayan muerto o resultado heridas en ésa y otras ciudades durante el fin de semana.
Los soldados acabaron con la vida de al menos 80 civiles el domingo en Hama, según la organización de Derechos Humanos siria Sawasiah, que se basa en datos aportados por testigos y trabajadores sanitarios. Las fuerzas de seguridad también causaron la muerte de varias personas en las ciudades de Deir al Zor (este) y Deraa (suroeste) en un asalto y durante una manifestación, respectivamente.
El secretario general de la ONU ha reiterado que las autoridades sirias tienen la obligación de respetar los Derechos Humanos de los ciudadanos, lo que incluye la libertad de expresión y de reunión. Asimismo, instó al Gobierno de Al Assad a satisfacer las "aspiraciones legítimas" de la población.
También ha recordado a las autoridades que tendrán que "rendir cuentas, de acuerdo con las leyes internacionales sobre Derechos Humanos, por los actos de violencia que han perpetrado contra la población civil".