El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha dejado claro que el "aberrante" ataque con armas químicas en Siria del pasado 21 de agosto "no puede ser ignorado ni quedar sin castigo" pero ha advertido de que "la oportunidad de la paz se está apagando rápidamente" y ha apelado a la "responsabilidad colectiva" para recuperarla.
"Siria permanece como una mancha en la conciencia del mundo. Ahora estamos siendo testigos de cosas que pensamos que fueron erradicadas hace mucho tiempo del comportamiento humano. El uso de armas químicas es un acto aberrante que merece nuestra firme condena. No puede ser ignorado ni quedar sin castigo", ha avisado Barroso en su discurso ante los jefes de Delegación de la UE en la Conferencia Anual del Servicio Europeo de Acción Exterior.
"Pero también tenemos que centrarnos en una solución completa para el conflicto. La oportunidad de la paz se está apagando rápidamente. Es nuestra responsabilidad colectiva recuperarla", ha apostillado Barroso.
"Necesitamos asumir nuestras responsabilidades en el mundo como fuerza para la estabilidad", ha defendido el exprimer ministro portugués, que ha recordado que la paz es "la razón de ser" en el origen del proyecto europeo y el "código genético de la Unión".
"La historia se está viviendo y está siendo peleada en los barrios de Damasco y Homs, en las plazas de EL Cairo y Alejandría y en las calles de Túnez", ha dicho Barroso, que ha lamentado "la situación trágica en algunos países" del Sur del Mediterráneo.
El presidente del Ejecutivo comunitario también se ha referido a la crisis en Egipto, que demuestra que "la democracia no es un río en calma, que siempre fluye en dirección recta".
"Para construir la democracia se necesita gente y fuerzas comprometidas con sus principios y libertades fundamentales. Es esencial que en Egipto tanto las autoridades interinas como la oposición demuestren este compromiso", ha reclamado.
Barroso ha dejado claro que en un mundo en el que "el tamaño importa" y en el que los Estados miembros no pueden enfrentar "solos" los desafíos mundiales, la UE y los Estados miembros tiene que echar mano de su "peso colectivo" para "promover" sus intereses y valores en el mundo y "ayudar a perfilar la globalización", fenómeno que en su opinión será el principal factor que motive el proceso de integración europea.
"Esto no va de perder soberanía nacional sino de compartirla, de compartir el poder para recuperarlo", ha asegurado, al tiempo que ha avisado que la capacidad de Europa de defender sus intereses depende también del grado de cohesión interna y la solidaridad. "Europa sólo tendrá éxito si permanece unida, fuerte y abierta en el escenario internacional", ha defendido.
"La solución a las dificultades económicas, el ritmo y cualidad del crecimiento y las perspectivas demográficas de la Unión están entre los factores clave que afectarán nuestro perfil internacional y capacidad para influir en los asuntos internacionales", ha admitido el portugués.
Barroso ha reiterado su compromiso "con una Europa unida, fuerte y abierta, con una influencia y una Política Exterior eficaz" tal y como defendió en su discurso del Estado de la Unión el año pasado, pero ha dejado claro que ello requiere una política de defensa europea "más fuerte y eficaz" y ha confiado en que los líderes europeos muestren en la cumbre de diciembre dedicada a la defensa "un nivel de ambición similar" al que ha propuesto Bruselas.
"Necesitamos reforzar nuestra capacidad para participar en misiones civiles y militares destinada a estabilizar regiones en conflicto", ha recalcado Barroso, que también ha defendido potenciar la innovación en el sector de defensa europeo y aprovechar mejor el dinero de los contribuyentes en defensa. ana.pisonero