El partido de Aung San Suu Kyi, Liga Nacional por la Democracia (LND) de Birmania, empezó a sopesar adelantar la votación para investir al presidente del país debido al fracaso en las negociaciones con el Ejército para reformar la Constitución, que impide a la Premio Nobel de la Paz ocupar el cargo.
La Carta Magna redactada por el Ejército birmano impide a Suu Kyi ocupar el cargo debido a la restricción a cualquier persona cuyo marido o hijos no sean ciudadanos del país, como es su caso.
Aunque el nuevo Ejecutivo no tiene que tomar posesión hasta el 1 de abril, dando tiempo a Suu Kyi para negociar los términos de la transición, las diferencias con el poder militar han obligado a la líder del LND a acelerar la votación para ganar tiempo de cara a la preparación del Gobierno.
Otro factor que podría haber forzado al LND a cambiar su táctica política es la falta de cooperación de la administración del presidente saliente, Thein Sein.
La semana pasada, la formación de Suu Kyi criticó al Ejército y al Partido para la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (PUSD) por una serie de proyectos lucrativos asignados por el Ejecutivo en el último momento. Entre ellos se incluía una empresa conjunta entre una productora de armas china y el Ejército de Birmania para explotar una mina de cobre.
Sin embargo, parlamentarios militares han rechazado las acusaciones. "El actual Gobierno solo es responsable ante el anterior Parlamento que lo formó", afirmó el portavoz de Sein, Ye Htut, respaldando a los ministros que rechazaron acudir a la cámara para someterse al interrogatorio parlamentario de la LND.
A pesar de que la junta militar se apartó del poder en 2011, tras cinco décadas al frente del país, cuando se estableció un gobierno semicivil, las Fuerzas Armadas todavía mantienen una importante cuota de poder.
Un cuarto de los escaños del Parlamento nacional y de los Parlamentos estatales y regionales corresponde a militares no elegidos. Los mandos militares controlan además tres Ministerio clave: Defensa, Exteriores e Interior.