Tras los atentados de Bruselas --y especialmente a raíz de la detención de Abrini el 8 de abril--, las autoridades francesas y belgas han ido desgranando las características de la célula terrorista. La Fiscalía de Bélgica reconoció el domingo que querían cometer otra masacre en París.
Antes de cambiar sus planes y redirigir su ofensiva contra Bruselas, los yihadistas realizaron una especie de tormenta de ideas en la que llegó a sonar el barrio parisino de La Défense y la asociación católica Civitas, según fuentes citadas por el periódico francés 'Libération'.
Así queda recogido en un ordenador hallado por las fuerzas de seguridad belgas en una papelera cercana a la vivienda de la que partieron los terroristas el pasado 22 de marzo. Los archivos confirmarían también los contactos entre esta célula y Siria, desde donde recibirían órdenes.
Sin embargo, ni La Défense ni Civitas terminaron siendo "prioritarios" para los terroristas, según 'Libération'. Abrini ha reconocido en los interrogatorios que quería atentar durante la Eurocopa de fútbol que albergará Francia entre el 10 y el 10 de julio, ha informado el rotativo galo.
Se trata de confesiones "claras" y que ahora tienen que investigar autoridades de los dos países vecinos. Una fuente policial de Francia ha admitido que la elección del objetivo no sería ninguna sorpresa y que vendría a confirmar a Bélgica como base de operaciones para atacar.