Las actividades de las partes se solapan en los mercados de prestación de servicios de tecnologías de la información en España, Italia, Reino Unido y Bélgica. No obstante, Bruselas ha concluido que la operación no obstaculizará la competencia porque la cuota de mercado acumulada de las dos empresas es limitada.
La transacción, que se notificó a Bruselas el pasado 27 de noviembre, ha sido examinada por el Ejecutivo comunitario mediante el procedimiento simplificado, que se aplica a los casos menos problemáticos.
El importe de la operación no fue precisado por las compañías, aunque estaría en torno a los 75.000 millones de yenes (unos 559 millones de euros), deuda incluida, según informa la prensa japonesa.