Bruselas ha tomado esta decisión tras cuatro años de "intenso diálogo" para animar a Sri Lanka a luchar con mayor determinación contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR).
Tras una evaluación de la situación, el Ejecutivo comunitario advierte de que persisten "deficiencias" en el sistema de control de la pesca detectadas ya a finales de 2012, por ejemplo, la falta de sanciones disuasorias para la flota de altura o el incumplimiento de las normas pesqueras internacionales.
El cierre del mercado comunitario a las pesca de buques de Sri Lanka, sin embargo, no se producirá hasta mediados enero de 2015; con el objetivo de no interferir en los contratos comerciales ya en curso.
Por otro lado, la Comisión sí ha reconocido las mejoras en otros cinco países sometidos a examen y concluye que ni Belice, ni islas Fiyi, ni Panamá, ni Togo y ni Vanuatu deben integrar la lista de países no cooperantes y sometidos a medidas restrictivas.