Los civiles armados atrincherados en Oregón prometen entregarse este jueves

EUROPA PRESS 11/02/2016 09:50

Los cuatro civiles armados que permanecen atrincherados en las instalaciones del Parque Natural de Malheur, en la ciudad de Burns (del estado de Oregón), desde el pasado mes de enero han accedido a entregarse a primera hora de este jueves, después de que efectivos del FBI les hayan rodeado.

Este miércoles, el FBI ha entablado negociaciones con las cuatro personas que aún permanecen en el interior de esta reserva natural, tomada en enero para exigir al Gobierno estadounidense la liberación de dos rancheros detenidos. Entre los ocupantes hay una mujer.

"El FBI ha iniciado movimientos para contener a los ocupantes que continúan en el complejo, situando a agentes en barricadas junto a la zona donde (los milicianos) están acampando. Las negociaciones entre los ocupantes y el FBI continúan. No se han producido disparos", ha detallado el FBI en un comunicado.

En el marco de la operación, el FBI ha desplegado vehículos blindados, francotiradores y un 'drone', con el objetivo de detener a los cuatro ocupantes que permanecen en la reserva y que han amenazado con mantener la protesta "hasta la muerte".

Tras la actuación del FBI, los cuatro atrincherados han comenzado a emitir en directo a través de internet la tensa negociación con los agentes a través de un conocido de uno de los ocupantes, David Fry.

En esta emisión, se puede escuchar a Fry mandando al "infierno" al FBI. "Somos personas inoncentes acampadas en una instalación pública y vais a asesinarnos", ha añadido. "La única forma de que nos marchemos de aquí es muertos o sin cargos", ha advertido.

Finalmente, a última hora de la noche, uno de los ocupantes, Sean Anderson, ha anunciado que ha hablado con el FBI y que los cuatro se entregarán en un puesto de control cercao a las 8:00 horas de este jueves. "No nos estamos rindiendo, nos estamos entregando. Va en contra de lo que creemos", ha señalado, según informa la CBS.

Por otra parte, coincidiendo con estos hechos, también se ha conocido la noticia de que este miércoles por la noche Cliven Bundy, padre del promotor de la protesta, fue detenido a su llegada al aeropuerto internacional de Portland para dirigirse a la reserva a apoyar a los milicianos, según el diario 'Oregonian'.

DETENIDO CLIVEN BUNDY

Cliven Bundy, de 74 años, se enfrenta a cargos de conspiración y de tenencia de armas, según el perióodico. En 2014 se hizo famoso por liderar una disputa con el Gobierno por los derechos de pastoreo en Nevada que acabó con los agentes federales retirándose ante la presencia de un millar de milicianos armados.

Precisamente, la protesta en Malheur se calmó cuando a finales de enero Ammon Bundy, su hijo y líder de este grupo de civiles armados de Oregón, fue detenido por las autoridades junto a otras diez personas, en una operación que desencadenó un tiroteo con las fuerzas del orden en el que falleció uno de sus compañeros.

El propio Bundy, que se encuentra detenido sin fianza, al igual que otros miembros del grupo, pidió al resto de civiles armados que abandonaran la reserva y volviesen a sus casa. Sin embargo, varios milicianos decidieron continuar las protestas bajo un férreo control de las autoridades.

Los doce detenidos hasta la fecha --incluido uno de los participantes en la ocupación que se entregó en Arizona--, así como los cuatro que siguen en la reserva, fueron imputados la semana pasada por cargos de conspiración para obstaculizar a agentes federales durante la ocupación.

LA OCUPACIÓN DE LA RESERVA NATURAL

La ocupación de las instalaciones del Parque Natural de Malheur de Burns tuvo lugar a principios de enero con el objetivo de protestar ante la condena de casi cuatro años de cárcel de dos rancheros por un delito de incendio en 2001, cuando intentaron quemar unos arbustos para expandir los pastos de su ganado.

Este es el último episodio de las protestas armadas en contra de las autoridades federales sobre los derechos para el pastoreo en tierras de titularidad pública en el oeste, algo que es visto por los políticos conservadores de la región como una intrusión a la libertad individual y a los derechos de propiedad.