El juicio contra Li se abrió en octubre en la localidad de Tianjing tras ser acusado de aceptar ilegalmente cerca de 22 millones de yuanes (unos tres millones de euros) en bienes y de abuso de poder en cargos que ocupó entre 1996 y 2013.
El exviceministro mantenía lazos con el exjefe de Seguridad Nacional Zhou Yongkang, condenado a cadena perpetua tras un juicio secreto en el marco del mayor escándalo de corrupción en el gigante asiático en 70 años.
Zhou, uno de los políticos más poderosos del gigante asiático en las últimas décadas, cayó en desgracia en 2012 cuando el Partido Comunista de China (PCCh) anunció la apertura de una investigación en su contra por "graves violaciones disciplinarias", un eufemismo usado para referirse a la corrupción.