El diario local 'Excelsior' ha indicado que solamente uno de ellos ingresará en el Centro Especializado de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai), mientras que los otros cuatro menores serán sometidos a terapias de rehabilitación en un centro familiar, donde especialistas llevarán a cabo tratamientos especiales para orientarlos debidamente.
Tras el suceso, uno de los adolescentes confesó que mientras "jugaban" a que le secuestraban, aplicaron una violencia excesiva, hasta el punto de que finalmente estrangularon al niño hasta asfixiarlo y le clavaron varias veces una navaja.
Márquez Mora fue atado de manos y pies, agredido físicamente, y le colocaron un palo en su cuello, mientras unos le golpeaban con piedras en la cara y cuerpo, y otros le atizaban con un palo de espinas.
Al ver que Cristopher estaba sin vida, una de las niñas propuso cavar un hoyo para darle sepultura. El grupo arrastró el cuerpo hasta el arroyo y colocaron el cadáver boca abajo. Para certificar el óbito de la víctima, otra de las niñas le apuñaló con una navaja en la espalda. El último acto fue arrojarle sobre la maleza y cubrir el cuerpo con un animal muerto, evitando llamar la atención.