El conflicto en Georgia bloquea la oferta rusa de una nueva seguridad europea

AGENCIA EFE 23/06/2009 11:58

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, presentó ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) tanto los argumentos que cree hacen necesario un rediseño de la seguridad en Europa como los obstáculos que bloquean la apertura de ese diálogo.

Entre los segundos, el jefe de la diplomacia del Kremlin no tuvo dudas al citar un nombre: Georgia.

Para Moscú, el conflicto que estalló en guerra en agosto de 2008 en el Cáucaso es el principal "escollo" para abrir el melón de una negociación que Rusia quiere que sirva de "examen colectivo y honrado de los problemas comunes".

La agresión de Georgia a Osetia del Sur el pasado agosto y la respuesta rusa, que acabó con la declaración unilateral de independencia de esa república y de la de Abjasia, se ha convertido así en el principal elemento de fricción entre Occidente y Moscú.

"Hay algunos países que dicen o reclaman que Rusia debe retirar el reconocimiento (de independencia) de las dos repúblicas (Abjasia y Osetia del Sur) y que sólo después serán capaces de comprometerse a más discusiones en otros asuntos", explicó el ministro.

Una postura que calificó de "injusta", al recordar que la iniciativa de una nueva seguridad común en Europa fue ya planteada por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, dos meses antes de que estallara la guerra.

Fuentes diplomáticas occidentales consultadas por Efe indicaron que son varios de los países ex comunistas de Europa los que más reticencias y desconfianza han mostrado ante la apertura de las negociaciones con Moscú, que otros socios occidentales de la Unión Europea sí quieren activar.

"Lo que Rusia está haciendo y ha hecho en el Cáucaso es proteger a los sudosetios y a los abjasios y asegurar, no sólo su seguridad, sino su supervivencia", explicó Lavrov, quien responsabilizó al presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, del estallido de la guerra.

"Georgia estaba haciendo justo lo que prohíben los documentos de la OSCE", defendió Lavrov, tras asegurar que lo que hizo Rusia fue defender el principio de que ningún país puede esgrimir derechos exclusivos en materia de seguridad.

Para Lavrov, es la insistencia de algunos países por centrar el debate en la integridad territorial de Georgia lo que ha impedido cerrar una solución neutral y renovar la misión de la OSCE en la zona, cuyo mandato expiró el pasado diciembre y que el 30 de junio tendrá que retirar a sus últimos observadores sobre el terreno.

Durante su intervención de hoy ante la Asamblea anual para el Estudio de la Seguridad de la OSCE Lavrov defendió la propuesta rusa de un nuevo pacto europeo que "sin querer socavar a la OTAN" reequilibre las fuerzas en el viejo continente para no "reforzar la seguridad propia a cuenta de la seguridad de otros".

Lavrov lamentó que el fin de la Guerra Fría no sirviera para crear una política común de seguridad común y criticó que los países occidentales optaran "no sólo por mantener la OTAN, sino por ampliarla", en lo que definió como una "política miope de la OTAN de pellizcar poco a poco antiguos territorios del Pacto de Varsovia".

"No se puede crear un espacio de seguridad excluyendo a algunas partes", indicó Lavrov.

Pese a las dificultades en cerrar ese pacto de seguridad, Lavrov se mostró optimista y recordó que incluso durante la Guerra Fría fue posible llegar a acuerdos y pactos de desarme y control de armas.

A ese respecto, indicó que este fin de semana se tratarán esos asuntos, tanto en la reunión de ministros de Exteriores de la OSCE como en la cumbre OTAN-Rusia que se celebran en la isla griega de Corfú.

Antonio Sánchez Solís