La decisión de Cuba de participar de esta reunión anual es vista como un gesto simbólico en la incipiente cooperación militar entre Washington y La Habana, después de que se anunciase la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, tal y como ha informado la emisora Voice of America.
"Hemos normalizado las relaciones diplomáticas e independientemente de lo que opinemos sobre nuestros respectivos sistemas políticos, tenemos desafíos sumamente comunes", ha indicado Kelly, que ha recordado que este año el encuentro --de tres días de duración-- se celebrará en Jamaica.
Esta reunión se suele centrar en los esfuerzos conjuntos para combatir el narcotráfico, así como en el tráfico de armas y de migrantes. En esta ocasión, con la insólita participación de Cuba, los expertos no descartan que se discuta sobre el cierre de la base y la cárcel estadounidense de Guantánamo, ubicada en la isla.