El tribunal que juzga al supuesto traficante de armas ruso Viktor Bout ha dictaminado que las declaraciones que hizo el acusado a las autoridades estadounidenses tras su detención en Tailandia en 2008 no podrán ser utilizadas en su contra.
La jueza Shira Scheindlin ha considerado que las declaraciones de Bout a los agentes de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) cuando se encontraba detenido en una cárcel de Tailandia fueron obtenidas mediante amenazas, por lo que no pueden ser utilizadas durante el juicio.
"Considero que en esas circunstancias, las declaraciones de Bout a los agentes estadounidenses no fueron voluntarias. Bout fue arrestado en un país extranjero, por más de 15 agentes armados y se realizó un registro no consentido de su habitación en el que se le incautaron su ordenador y documentos personales", ha señalado Scheindlin.
Fue extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2010 para ser juzgado por una corte federal de Nueva York. Bout fue arrestado en Bangkok en 2008 en una operación para la que agentes estadounidenses se hicieron pasar por compradores de armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según los documentos, Bout se ofreció a vender a los agentes misiles portátiles tierra-aire y cerca de 5.000 rifles de asalto AK-47. Los documentos que maneja el tribunal acusan a Bout de suministrar armas a dictadores de África, América del Sur y Oriente Próximo desde la década de los noventa.
Bout, un ex oficial de las Fuerzas Aéreas rusas, se enfrenta a cargos que incluyen conspiración para asesinar a ciudadanos estadounidenses y conspiración para suministrar armas a grupos terroristas. Se enfrenta a una pena de hasta 25 años de cárcel en caso de ser declarado culpable.