Las autoridades peruanas están investigando las ejecuciones extrajudiciales que se habrían llevado a cabo bajo el liderazgo del comandante Enrique Prado Ravines entre los años 2011 y 2015.
Según un colaborador que asegura haber formado parte del grupo de informantes civiles pagados por el mencionado comandante, estos incentivaban a delincuentes de baja categoría a cometer delitos sencillos, información que luego filtraban a la Policía.
Así, los agentes sorprendían a los delincuentes y los abatían a disparos, para después informar de que los tiroteos habían sido producto de enfrentamientos arriesgados.