"Consideramos que es un paso importante hacia una resolución pacífica del conflicto en estos estados, y nos gustaría que (el alto el fuego) se extendiera a la región de Darfur", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Así, ha valorado que "el fin de las ofensivas militares y los combates en estas zonas permitirán un alivio a miles de sudaneses y crearán un mejor ambiente para un diálogo que derive en una solución política".
Por ello, Kirby ha reclamado al Frente Revolucionario de Sudán que "corresponda" al anuncio de Al Bashir "cesando todas sus acciones militares contra el Ejército de Sudán y comprometiéndose de nuevo con el cese de hostilidades declarado hace cerca de dos meses".
"Animamos tanto al Gobierno de Sudán como a la oposición a que trabajen bajo los auspicios de la Unión Africana para trasladar sus declaraciones sobre el cese de hostilidades, que deben incluir a la región de Darfur, en un final sostenible a este conflicto".
"Una solución negociada que incluya las principales causas políticas y de seguridad del conflicto en todas las áreas de Sudán será necesaria para lograr una paz duradera", ha dicho, reclamando a las partes en conflicto que permitan la entrada "sin restricciones" a las ONG para ayudar a los civiles.
En su declaración, publicada por la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA, Al Bashir recalcó que el anuncio era "un gesto de buena voluntad para permitir que los grupos rebeldes que no firmaron el Documento de Doha para la Paz en Darfur se unieran al proceso de paz".
El Gobierno de Sudán lleva años combatiendo a grupos rebeldes en Kordofán del Sur y Nilo Azul, y acusa al Ejecutivo de Sudán del Sur de respaldar a estas milicias, algo que ha sido negado por Yuba.