"Reiteramos nuestro llamamiento a todas las partes a aceptar sin alto el fuego inmediato y a comprometerse de forma constructiva en el proceso democrático, absteniéndose de llevar a cabo iniciativas que amenacen con socavarlo", han dicho en un comunicado conjunto, según ha informado el Departamento de Estado.
A este respecto, los gobiernos occidentales han condenado "enérgicamente la escalada de violencia en Trípoli y Benghazi, en sus alrededores y a lo largo de toda Libia, especialmente en las zonas residenciales, en las instalaciones públicas y en las infraestructuras clave".
"Los responsables de la violencia que socava la transición democrática y la seguridad nacional en Libia tendrán que responder por ello", han advertido.
Además, han celebrado "las discusiones sobre la situación de seguridad en Libia que tendrán lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas los próximos días, incluyendo las consecuencias para quienes atentan contra la paz y la estabilidad de Libia".
En la vertiente política, han instado "al Gobierno interino de Libia y a la Cámara de Representantes electa a llevar a cabo políticas inclusivas que beneficien a todos y que favorezcan la creación de un Gobierno que aborde las necesidades de todos".
En concreto, han exhortado "a la Asamblea Constituyente a perseguir inmediatamente la elaboración de un borrador que consagre y proteja los derechos de todos los libios".
También han instado "a la comunidad internacional a apoyar a las instituciones electas". "Creemos que la interferencia extranjera en Libia exacerba las actuales divisiones y socava la transición democrática en Libia", han apuntado.
ENÉSIMA CRISIS LIBIA
El país se encuentra sumido en una profunda crisis política desde el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi, en 2011, agravado recientemente por los enfrentamientos armados entre distintos grupos anteriormente aliados contra Gadafi.
Además, el antiguo Parlamento, con una importante representación de grupos islamistas, se ha negado a disolverse este lunes tras rechazar la legitimidad de la nueva cámara surgida de los comicios del 25 de junio, controlada por liberales y federalistas.