El ejército y EEUU presionan al Gobierno paquistaní, que intenta frenar la marcha opositora

EFE 13/03/2009 07:10

Las manifestaciones fueron prohibidas hoy tanto en el territorio de Islamabad como en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), adonde se extendió una protesta que comenzó ayer en las provincias meridionales de Sindh y Baluchistán.

Decenas de personas fueron arrestadas en Peshawar, capital de la NWFP, según dijo a "Geo TV" una fuente de la Liga Musulmana-N (PML-N) del ex primer ministro Nawaz Sharif, que abandera la protesta.

"Nadie puede detener la larga marcha", aseguró hoy Sharif en una entrevista concedida el canal privado "Dawn TV".

El ex primer ministro negó querer derrocar al Gobierno, sino "fortalecer la democracia", y acusó de nuevo al presidente, Asif Alí Zardari, de "no hacer honor" a sus compromisos con la PML-N.

La "larga marcha" hacia Islamabad, en la que participan abogados y militantes de varios grupos opositores, exige la rehabilitación de los jueces expulsados en 2007 por el entonces presidente, Pervez Musharraf.

Pese a los obstáculos de las fuerzas de seguridad y el millar de detenciones que se han producido desde el pasado martes, algunos grupos de manifestantes lograron partir ayer de las capitales provinciales de Karachi y Quetta, aunque la gran demostración de fuerza será el próximo día 16 en Islamabad.

Según dijo a la agencia estatal APP el superintendente de policía capitalina Tahir Alam Khan, las manifestaciones se han prohibido en Islamabad tras recibirse informes sobre posibles actividades terroristas ante la llegada de la marcha opositora.

Unos 12.000 miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos "rangers" o paramilitares y efectivos de otras regiones, velarán por la seguridad de los ciudadanos y por la propiedad privada, según Khan.

El ministro del Interior, Rehman Malik, ya había advertido ayer por carta a Sharif de que corría peligro de un atentado si se exponía públicamente, pero éste denuncio a su vez que había recibido amenazas del propio Gobierno.

Una fuente de la PML-N consultada telefónicamente por Efe insistió en que Sharif no desconvocará la protesta y dijo desconocer si se han producido contactos con el Gobierno, según versiones difundidas por algunos medios paquistaníes.

Tanto el Ejército como Estados Unidos y el Reino Unido han intentado mediar en el pulso entre Zardari y Sharif, que corre el riesgo de desestabilizar aún más a un Gobierno que apenas hace un año tomó posesión.

El jefe de las Fuerzas Armadas, Ashfaq Pervez Kiyani, se reunió con Zardari para discutir "la situación de seguridad" en el país, según un comunicado presidencial, y también lo hizo por segunda vez en tres días con el primer ministro, Yusuf Razá Guilani.

Según "Geo", que no citó a sus fuentes, en estas reuniones Zardari convino que resolvería las disputas con Sharif de acuerdo con el pacto que ambos firmaron cuando forzaron la salida de la Presidencia de Musharraf en el verano de 2008, que incluía la rehabilitación de la alta judicatura.

Una fuente de seguridad explicó a Efe que Kiyani envió además a uno de sus comandantes en Punjab a reunirse con Sharif para transmitirle una "petición de moderación".

El enviado especial de EEUU para Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, la embajadora estadounidense en Islamabad, Anne Paterson, y el ministro británico de Exteriores, David Miliband, han mantenido también varios contactos telefónicos con Zardari y Sharif.

Según reveló el Departamento de Estado norteamericano, Holbrooke y Paterson le dijeron anoche a Zardari que "la violencia debe ser evitada y las restricciones contra las actividades pacíficas y democráticas no deben ponerse en práctica".

Tras los comicios de febrero de 2008, los partidos de Zardari y Sharif formaron una coalición gubernamental y meses después forzaron la dimisión de Musharraf, pero la Liga-N salió del Gobierno al comprobar que Zardari no rehabilitaría a todos los jueces destituidos por el ex general, un viejo rival de ambos.

Sharif ha cargado desde entonces contra Zardari pero la tensión se elevó después de que el Supremo emitiera el mes pasado un veredicto que invalida al líder opositor y a su hermano Shahbaz para desempeñar cargos públicos por tener condenas judiciales.

"Hasta entonces la situación estaba tranquila", admitió hoy en la entrevista televisiva Sharif.

"El país necesita un cambio", exhortó el líder de la Liga-N, quien apostilló: "La democracia es la mejor revancha", cita acuñada en su día por la difunta esposa de Zardari, Benazir Bhutto.