Un ejecutivo de Odebrecht asegura que la constructora pagó más de 3.000 millones en sobornos durante nueve años

EUROPA PRESS 16/04/2017 04:36

Mascarenhas, que fue responsable del departamento de honorarios de la empresa brasileña, ha entregado a los responsables de la investigación un documento en el que muestra todos los movimientos financieros de la compañía, del que se extrae que entre 2006 y 2014 se pagaron unos 3.370 millones de dólares (más de 3.100 millones de euros).

Según el documento, al que el diario 'Estadao de Sao Paulo' ha tenido acceso, entre 2012 y 2014 fueron los años en los que tuvieron un mayor número de movimientos de recursos ilícitos, con un total de 730 millones de dólares (690 millones de euros).

En 2014, el año en que se inició la investigación de 'Lava Jato', la cantidad cayó a los 450 millones de dólares (425 millones de euros).

Hasta el momento, Odebrecht ha reconocido que pagó más de 2.000 millones de dólares en sobornos a funcionarios y políticos brasileños y otros 439 millones de dólares en otros países de la región que han lanzado sus propias pesquisas.

El empresario ha explicado que en 2009 alertó al presidente de la compañía, Marcelo Odebrecht, del volumen de recursos ilícitos. "Desde 2009 alerté a Marcelo de que el volumen de recursos estaba creciendo de forma brutal, y por más que creáramos mecanismos de seguridad (...) el número cada vez mayor de personas implicadas hacía imposible garantizar la seguridad", reza el texto.

Mascarenhas trabajó en la firma brasileña durante 40 años, principalmente en el área financiera. En 2006 formaba parte de la tesorería de la misma, sin un programa específico, si bien entonces fue integrado en el área de Operaciones Estructuradas, subordinada directamente a Marcelo Odebrecht.

Odebrecht y su filial petroquímica, Braskem, llegaron el pasado diciembre a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el cual admiten el pago de sobornos a funcionarios de 12 países para conseguir contratos públicos. Ambas compañías se han comprometido a pagar conjuntamente una multa de 3.500 millones de dólares a cambio de que se retiren los cargos en Estados Unidos, Suiza y Brasil.

Este acuerdo se enmarca en las investigaciones estadounidenses por el caso 'Lava Jato', en el que las autoridades brasileñas indagan sobornos a políticos de distinto signo para lograr contratos de la petrolera estatal, Petrobras.