La ofensiva militar, en colaboración con la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), era esperada desde el cumplimiento del plazo dado por los países de la región, que actuaban de intermediarios, y que daban hasta el 2 de enero para que el grupo entregara las armas.
El portavoz del Ejército, el general Leon Kasonga, ha indicado que el jefe del Estado Mayor, Didier Etumba, ha anunciado la ofensiva durante una visita a la ciudad de Beni, en el noreste del país. Desde la MONUSCO, Charles Bambara ha explicado que estas declaraciones suponen dar "luz verde" a las operaciones contra las FDLR.
Las FDLR cuentan con unos 1.400 combatientes, la mayoría soldados hutus implicados en el genocidio de 1994 en Ruanda. La MONSUCO, por su parte, tiene unos 3.000 'cascos azules' y la experiencia y reconocimiento por la derrota de la milicia tutsi M23.