Los pasajeros de la estación de Farringdon en Londres no se podían creer lo que escuchaban por megafonía. Su tren se retrasaba y la persona encargada de anunciar las complicaciones en la red de metro les enumeró los errores del sistema que habían causado tal caos. Estuvo hablándoles largo y tendido.
Este empleado les explicó a los pasajeros que, días antes su supervisor se había quejado de su trabajo. Su jefe no estaba contento con él y le recriminó que no informaba adecuadamente a los viajeros. Así que en esta ocasión, el empleado en cuestión optó por dar todas las explicaciones del mundo y se marcó un contundente monólogo. Tras enumerar una serie de fallos en la red, añadió: "Esa es la razón por la que se han retrasado y es por eso que me están escuchando".
Por si fuera poco, los bloggers le han atribuido al empleado haber aconsejado a los pacientes pasajeros que "estuvieran de los nervios" la posibilidad "de pegarse un tiro".
EBP