Mott le contó a la policía de Southport, Merseyside, que su mujer Kate, de 35, se había negado por dos años a tener sexo y había "hecho de su vida una miseria", según publica el 'Daily Mail'.
El hombre está acusado de estrangular con su pijama a la madre de sus dos hijos pequeños durante una discusión en casa. Después puso el cadáver en el coche y los condujo fuera de la ciudad donde simuló una colisión.
El 'teatro' montado por el asesino fue completo. Mott llamó a su madre, informó a la policía de la falsa desaparición de su mujer e incluso le mando dos sms al móvil de esta preguntándole donde estaba.
El tribunal que juzga a Mott, escuchó las declaraciones de los compañeros de trabajo del enfermero, quienes contaron que siempre se quejaba de la falta de sexo con su mujer, también enfermera.
El hombre siempre le compraba libros de sexo a su mujer, títulos bastante sugerentes como 'Más de 1000 increíbles consejos sexuales', 'Los mejores juegos sexuales y perversiones', 'Las 200 guarradas que aconseja el doctor del sexo'.
Durante su declaración, el acusado admitió haber matado a su esposa Kate, pero niega el asesinato. Según él, fue en defensa propia, porque ella lo atacó con un cuchillo, se cayó y se golpeó la cabeza.
Después, Mott cambió su versión de los hechos y admitió haber perdido el control.