Il Cavaliere ya lo había advertido. "Yo no renuncio", dijo en agosto. Advertencia acompañada de amenazas veladas: si el Gobierno no hacía nada para evitar su salida del Senado, su pérdida de inmunidad y su arresto domiciliario, tal y como habían sentenciado los jueces, Silvio Berlusconi retiraría su apoyo al Ejecutivo. Amenzas que ayer, un día antes de su 77 cumpleaños, decidió cumplir. Berlusconi retiró a sus cinco ministros del gobierno de coalición de Enrico Letta, provocando una nueva crisis de gobierno. En Twitter el primer ministro Enrico Letta ha calificado la maniobra de un acto loco para tapar asuntos personales. "Un intento de dar la vuelta a la tortilla con la excusa de la subida del IVA" ha escrito. "Esto es muy serio porque existe un riesgo de que el gobierno caiga y si esto ocurre provacará serios problemas económicos tanto en Italia como en Europa. Así que es potencialmente catastrófico, aunque en la práctica es bastante improbable que el gobierno vaya a caer" -dice un analista. "Es una vergüenza", se escucha en las calles. El líder del centro izquierda podría intentar sobrevivir buscando otros apoyos en voces disidentes dentro del centro derecha de Berlusconi, o en la formación 'Cinco Estrellas' de Beppe Grillo. Aunque la búsqueda no va a ser nada fácil.