Los eurodiputados han condenado el veto de entrada a 89 políticos y cargos militares de la UE por parte de Rusia, entre ellos eurodiputados, una medida "arbitraria", "contraproducente y perjudicial" y que infringe el Derecho Internacional en una resolución aprobada este miércoles con 494 votos a favor, 135 en contra y 69 abstenciones, en la que critican que los afectados deberían haber sido informados de los motivos de su inclusión y poder recurrir la decisión a un tribunal independiente.
Por lo que se refiere a las sanciones, los eurodiputados creen que sólo se deben retirar "una vez Rusia haya cumplido plenamente" los acuerdos de Minsk y que "estas sanciones deben reforzarse si Rusia escoge continuar desestabilizando Ucrania, directa o indirectamente, y dañando su integridad territorial".
"Las sanciones relacionadas con la anexión ilegal de Crimea se mantendrán hasta que la Península sea devuelta a Ucrania"; subrayan en el texto aprobado, en el que subrayan la "absoluta prioridad" de que los Estados miembros se mantengan unidos en su política y les piden abstenerse de acuerdos bilaterales con Rusia.
Los eurodiputados reclaman además que la Comisión destine sin retraso los fondos necesarios para financiar proyectos concretos para contrarrestar la propaganda rusa dentro y fuera de la UE y más ayuda a la sociedad civil rusa tras admitir preocupación por el deterioro de los Derechos Humanos y el Estado de Derecho en Rusia.
También han exigido un mecanismo para vigilar la asistencia financiera, política o técnica procedente de Rusia a partidos políticos radicales y extremistas en la UE y su influencia en la vida pública y la opinión pública, un asunto que preocupa a la Eurocámara, que igualmente ha reclamado nuevas normas para garantizar la transparencia total de la financiación de los partidos europeos desde el extranjero.
El pleno de la Eurocámara ha apostado por mantener una relación constructiva y predecible a largo plazo con Rusia, en el interés de ambas partes, pero ha avisado de que la cooperación sólo podrá retomarse si Rusia respeta la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, incluyendo a Crimea, y aplica los acuerdos de Minsk.