El líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverry, alias 'Timochenko', ha afirmado en Twitter que "la práctica ha demostrado que fijar fechas le hace daño al proceso", máxime "cuando no es un acuerdo" entre las dos partes sentadas a la mesa de negociación. "Aunque avanzamos, aún falta pelo 'pal' moño", ha apostillado.
Santos aseguró el lunes, tras una reunión con miembros de su Gobierno, que la paz podría quedar cerrada antes del 20 de julio para que el país pudiese entrar en una "nueva era", a pesar de que hasta ahora se han ido incumpliendo los sucesivos plazos que se han marcado, el último de ellos el del 23 de marzo.
El Gobierno y las FARC, que el lunes iniciaron una nueva ronda de contactos, aún mantienen diferencias en relación al abandono de las armas, las garantías de seguridad y las zonas de concentración en que quedarían recluidos los combatientes. No existe, asimismo, una tregua que obligue a ambas partes.
Santos ha llegado a advertir de que si no se firma el diálogo con las FARC, este grupo podría retomar la guerra urbana y el país se enfrentaría a una subida de impuestos, dos comentarios por los que ha recibido numerosas críticas, especialmente por parte de los dirigentes más reacios al proceso de diálogo.