El programa ha llevado 18.240 médicos a 4.058 municipios y 34 distritos especiales indígenas, y es que la mayoría de ellos han ido a ocupar plazas en regiones pobres de los estados del norte, noreste, y la Amazonía, donde la asistencia médica es más precaria y escasa.
Rousseff ha celebrado este martes los dos años de este programa gubernamental en una ceremonia en Brasilia en la que ha estado acompañada por médicos que la han ovacionado constantemente y por el ministro de Sanidad, Arthur Chioro, que ha destacado que el programa "finalmente" ha garantizado la atención sanitaria a todos los brasileños, 27 años después de la creación del Sistema Único de Salud.
A pesar del clima de celebración, Rousseff no ha obviado los orígenes polémicos de la iniciativa, que surgió como una respuesta a las multitudinarias protestas callejeras de 2013, que pedían mejoras en los servicios públicos, en especial en la salud y en la educación.
Ante el reto ambicioso de cubrir zonas del país prácticamente aisladas, el Gobierno no consiguió en un principio convencer a muchos médicos brasileños, lo que le llevó a firmar un convenio con Cuba y a incorporar a miles de profesionales cubanos; la oposición acusó a Rousseff de pactar con el castrismo.
PUENTE ENTRE CUBA Y BRASIL
Los médicos brasileños tampoco vieron con buenos ojos la llegada de los cubanos, a los que acusaban de rebajar su profesión al aceptar malas condiciones de salario y de trabajo; unas reticencias que la propia Rousseff ha recordado: "Nos decían 'Vamos a quedar muy mal con los médicos. Era una frase extrañísima. ¿Cómo íbamos a quedar mal con los médicos, si estábamos lanzando un programa llamado 'Más médicos'? Había un desconocimiento básico", ha asegurado la presidenta.
En la segunda fase del programa, lanzada este año, el cien por cien de los profesionales son brasileños, según el Gobierno, que ha prometido crear 3.000 nuevas plazas, de las cuales el 75 por ciento son de medicina general de familia y de comunidad, y la contratación de 880 médicos profesores que darán clase en las universidades federales.
Una vez pasada la polémica y con los médicos brasileños abrazando por fin la iniciativa, Rousseff ha felicitado a los cubanos por su "solidaridad, profesionalidad y atención absolutamente humanizada" y ha dicho que han colaborado a reforzar las relaciones de amistad entre Brasil y Cuba.