Estas fuentes han afirmado que han provocado "graves pérdidas" entre las filas de la formación extremista, al tiempo que han reconocido la muerte de dos de sus integrantes a causa de los combates.
Estas brigadas, procedentes de la ciudad de Misrata, lanzaron la ofensiva en mayo y han logrado en los últimos días que los yihadistas retrocedan en la principal vía de comunicación. Su objetivo es recuperar el control de Sirte y, por extensión, derrotar a Estado Islámico en su principal feudo.
El Gobierno de unidad, impulsado por la ONU, aspira a reunificar el control administrativo de Libia tras unos años marcados por el caos y la división de poderes entre dos Ejecutivos enfrentados.
El país no ha logrado encontrar la estabilidad desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 y Estado Islámico ha aprovechado para hacer de Libia su base más importante tras Siria e Irak.