HRW denuncia la desprotección que sufren las empleadas domésticas extranjeras en Emiratos Árabes Unidos

EUROPA PRESS 19/10/2014 07:39

La organización ha puesto de manifiesto la desprotección que sufren este tipo de trabajadoras, en su mayor parte filipinas, en un informe titulado 'Ya te he comprado: Abuso y Explotación de las Trabajadoras Domésticas Inmigrantes en Emiratos Árabes Unidos', en el que recopila algunos testimonios.

La ONG ha criticado el sistema de visado del país, conocido como 'kafala', que "deja expuestas a las trabajadoras" a todo tipo de abusos. Bajo ese sistema, estas trabajadoras no se pueden cambiar de trabajo sin el permiso de su empleador aunque haya finalizado su contrato, según ha explicado en un comunicado.

"El sistema de Emiratos Árabes Unidos encadena a las trabajadoras domésticas a sus empleadores y luego las deja abandonadas y bajo el riesgo de sufrir abusos detrás de las puertas de las casas privadas", ha advertido la investigadora para Derechos Humanos de las mujeres en Oriente Próximo de HRW, Rothna Begum.

"Sin protecciones laborales para las trabajadoras domésticas los empleadores pueden, y muchos lo hacen, cargarlas de trabajo, pagarlas mal e incluso abusar de ellas", ha criticado Begum, que ha puesto de manifiesto que HRW ha entrevistado hasta a 99 de estas mujeres en el país, además de a agencias de reclutamiento y abogados.

TRATADAS "COMO ANIMALES"

En sus testimonios, las trabajadoras han relatado a la organización cómo a veces no reciben ningún salario ni vacaciones, quedando confinadas en la casa de sus jefes. También han contado tener que cumplir jornadas excesivas, con periodos de hasta 21 días laborales ininterrumpidos.

Además, muchas de ellas han denunciado sufrir abusos físicos, psicológicos e incluso sexuales. Algunas han asegurado sentirse tratadas "como animales", ya que sus jefes no querían mantener ningún contacto con ellas "como si fuesen sucias".

Según datos de HRW, al menos 146.000 trabajadoras extranjeras trabajan en Emiratos Árabes Unidos, procedentes en su mayoría de Filipinas aunque también de Indonesia, India, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal o Etiopía.

DIFÍCIL SOLUCIÓN

La organización ha explicado que, pese a que las autoridades emiratíes han llevado a juicio algunos casos de abusos extremos, las trabajadoras que intentan cambiar su situación se encuentran a menudo con numerosos obstáculos, por vacíos legales en sus contratos o por tratarse de casos de menor gravedad.

De hecho, las empleadas podrían enfrentarse a cargos de "fugarse" de su empleo si abandonan su puesto de trabajo sin el permiso de sus jefes antes de que termine su contrato. "Muchas de las trabajadoras que dejan sus trabajos se enfrentan a un muro de piedra", ha explicado Begum.

"Pueden ser juzgadas por huir mientras que sus acosadores tienen poco que temer", ha lamentado. Por ello, ha instado a los países de origen de estas trabajadoras a unirse para demandar reformas a Emiratos Árabes, además de aprobar sus propias medidas protectoras.