Imponen 10 años de prisión en Marruecos a un condenado por el 11-M absuelto en primera instancia

EFE 02/03/2009 14:00

La decisión de la corte de Salé, junto a Rabat, supuso un revés inesperado para Haski y su abogado, Jalil Idrisi, quien confiaba en que se mantuviese la primera sentencia absolutoria, basada en la falta de pruebas concluyentes.

Haski todavía tiene derecho a presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, aunque su defensa aún no ha anunciado si lo hará efectivo.

El terrorista, entregado durante seis meses por España para ser juzgado en Marruecos, fue hallado culpable de implicación en el llamado Grupo Combatiente Islámico Marroquí (GICM), sobre el que recae la autoría de los atentados de mayo de 2003 en Casablanca, que causaron 45 muertos, entre ellos tres españoles.

El hombre, para quien la Fiscalía había pedido una pena de 16 años de cárcel, estaba acusado formalmente de "asociación de malhechores para preparar y cometer actos terroristas dentro de un proyecto colectivo para atentar contra el orden público por medio del miedo, el terror y la violencia".

La sentencia dictada hoy contra Haski supone que éste será extraditado a Marruecos una vez haya cumplido los 14 años a los que fue condenado en España por su participación en el 11-M.

Sin embargo, como apuntó a Efe el magistrado de enlace entre España y Marruecos, Ángel Llorente, existe una "posibilidad intermedia", merced a un convenio de traslado suscrito entre ambos países.

"Puede ocurrir que, una vez en España, Haski pida su traslado a Marruecos para cumplir lo que le queda de pena. Entonces, deberá ser el Ministerio de Justicia español quien decida si se le otorga" esa prerrogativa, señaló Llorente.

Sin embargo, Haski quiere evitar a toda costa regresar a las cárceles españolas, y así lo hizo constar Idrisi al presentar una petición oficial ante la Justicia marroquí para que su cliente se quede en una prisión en Marruecos.

Llorente ya señaló que no existe ninguna posibilidad de que Haski se quede en Marruecos, sin menoscabo de que, una vez en España, se le conceda el traslado.

En las últimas semanas, Haski ha emprendido una campaña pública desde la cárcel en la que ha acusado a la Policía española de haberle torturado e insultado cuando fue detenido por su conexión con el 11-M.

Desde su celda de Salé, el preso envió hace 15 días una carta, divulgada por la Asociación Anasir de apoyo a los presos islamistas, en la que aseguraba que, pese a haber denunciado los abusos policiales, España nunca ha abierto una investigación al respecto.

"He pedido, en vano, la traducción del informe que contiene las acusaciones y las únicas preguntas del juez español eran sobre mi vida personal y sobre si practico la oración o saludo a las mujeres o veo la cadena qatarí 'Al Yazira'", añadió en la misiva.

Haski fue acusado por la Fiscalía española de ser uno de los autores intelectuales de la masacre del 11-M, aunque ni la Audiencia Nacional ni el Tribunal Supremo pudieron probarlo y sólo fue condenado por ser dirigente del GICM.

Con respecto a su actuación en ese grupo terrorista, Garzón le atribuyó dirigir la célula que pretendía "la reestructuración del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en España".