El IRA Auténtico se atribuye el ataque contra una base militar en Irlanda de Norte

EFE 09/03/2009 00:00

El periódico irlandés "Sunday Tribune", con sede en Dublín, dijo haber recibido una llamada anónima hecha en nombre del IRA Auténtico para responsabilizarse del ataque.

El diario otorga credibilidad a la llamada porque el comunicante, que no se disculpó por el ataque, utilizó una palabra en clave correspondiente a esa organización terrorista.

El IRA Auténtico, del que sospechaba la Policía norirlandesa (PSNI), es un grupo disidente del IRA que se opone al proceso de paz norirlandés y a la estrategia democrática del brazo político del Ejército Republicano Irlandés, el Sinn Fein de Gerry Adams.

Ese grupo disidente, además, fue el autor del atentado del 15 de agosto de 1998 en la localidad norirlandesa de Omagh, que causó 29 muertos, dos de ellos españoles, y más de 300 heridos.

La PSNI activó hoy un "amplísimo" dispositivo de seguridad para atrapar a los terroristas que atacaron ayer la base del Ejército británico de Massereene, a unos 25 kilómetros al norte de Belfast.

Se trata del primer asesinato de miembros de las Fuerzas Armadas del Reino Unido en la provincia desde 1997, cuando el soldado Stephen Restorick murió por disparos de un francotirador del Ejército Republicano Irlandés (IRA), aún activo en aquella época.

En los próximos días, el jefe de la Policía irlandesa (la Garda), Fachtna Murphy, y altos funcionarios de los Gobiernos británico e irlandés se reunirán con el máximo responsable de la PSNI, Hugh Orde, para intercambiar información y cooperar en la investigación.

Orde ya advertió el pasado viernes de que el riesgo de ataques de paramilitares disidentes estaba en su nivel más alto en siete años, por lo que solicitó la intervención de los servicios secretos (el MI5) y las Fuerzas Armadas británicas.

Lo que sí que ha sorprendido es, en palabras del superintendente de la PSNI al frente de las indagaciones, Derek Williamson, la "dureza y carácter despiadado" del atentado, cuyo objetivo, insistió, era causar "una masacre".

Además de los dos soldados fallecidos, otros dos militares y dos civiles -repartidores de pizzas, uno ellos de ellos de 32 años y nacionalidad polaca- resultaron heridos en el tiroteo.

Según Williamson, la pareja de pistoleros abrió fuego indiscriminadamente con armas automáticas desde un vehículo -con el que se dieron a la fuga- cuando las puertas de la base dejaban entrar a los dos repartidores hacía las 21.40 horas GMT del sábado.

"Los pistoleros -relató el superintendente- dispararon al principio a discreción, pero se acercaron después cuando había gente en el suelo y los dispararon".

Entre los heridos, uno se encuentra en estado crítico (el ciudadano polaco), dos están graves y otro se halla estable dentro de la gravedad, informaron hoy fuentes oficiales.

El atentado ha provocado una ola de repulsa en toda la isla, así como en el Reino Unido, donde el Primer Ministro, Gordon Brown, resaltó que "ningún asesino podrá hacer descarrilar un proceso de paz que cuenta con el apoyo del pueblo de Irlanda del Norte".

Ése es el mensaje lanzado también por el Gobierno de Dublín, pasando por todos los partidos políticos de la región, incluido el Sinn Fein, que coinciden en que esta acción no va a afectar a la buena marcha del proceso de paz y el funcionamiento del Ejecutivo de poder compartido entre católicos y protestantes.

Aunque el riesgo de que se produzcan más ataques es alto y para los disidentes esta acción contra las fuerzas de seguridad es un gran golpe propagandístico, la realidad es que estos grupúsculos carecen de apoyo popular o de una estrategia política clara, más allá de su objetivo histórico de unificar la isla de Irlanda.

Así lo expresó hoy Gerry Adams, quien, tras calificar de "equivocada y contraproducente" la táctica de esos grupúsculos, instó a la comunidad republicana de la provincia a "mantener la calma" en estos momentos, un llamamiento que igual sirve para las fuerzas de seguridad y las autoridades competentes.

De hecho, según Adams, la intención de los disidentes es que "los soldados británicos regresen a las calles" y "destruir los progresos de los últimos años para sumir a Irlanda en un nuevo conflicto".

Sus palabras cobraban hoy especial importancia ya que su partido ha criticado duramente que el PSNI solicitase esta semana la intervención del MI5 y las Fuerzas Armadas británicas para atajar la creciente amenaza de facciones disidentes del IRA.

Como parte del proceso de paz, el Ejército puso fin en agosto de 2007 a sus operaciones en la provincia, donde llegó en 1969 para apoyar a la Policía ante el aumento de la violencia por los enfrentamientos entre católicos y protestantes, una situación que duró más de treinta años.