Durante una vista preliminar celebrada hoy, el presunto criminal de guerra acusó a la fiscalía de realizar "actos ilegales" por buscar en casa de sus familiares documentos para usar en su contra.
"Este caso se invalidaría en muchos países occidentales a causa de estas acciones", denunció Karadzic.
"Pido a la cámara que ordene paralizar esas investigaciones, que se deje de molestar a mis familiares y amigos (...) y que se acaben actos que pueden ser tomados como intimidatorios a mis testigos potenciales", exigió.
Añadió que a causa de la actitud de la fiscalía a ese respecto, "mis derechos han sido violados", por lo que reiteró, como ha hecho desde su primera comparecencia ante los jueces, que se enfrentaba a un juicio injusto.
"La fiscalía está obstaculizando mi defensa y molestando a mi familia", se quejó Karadzic, al que el juez Ian Bonomy, que preside la fase preliminar del juicio, contestó que no había "conducta ilegal" en lo que el acusado estaba exponiendo.
El ex líder serbobosnio, que reafirmó una vez más su decisión de defenderse a sí mismo, se quejó además de que está teniendo dificultades para formar su equipo de asesores legales.
Denunció que solamente podía verles "tres veces al mes" y que no se les pagaban los gastos de desplazamiento.
Karadzic se enfrenta a once cargos de crímenes de guerra, y lesa humanidad -entre ellos dos de genocidio- presuntamente cometidos en el contexto de la guerra de Bosnia (1992-95).
Tras más de ocho meses de su detención en Belgrado el pasado 21 de julio, todavía se desconoce la fecha en la que empezará su juicio.