Así, ha prometido que el Gobierno estadounidense está trabajando con Israel y la comunidad internacional para desarmar a estos grupos, al tiempo que ha asegurado que Washington "continúa sus trabajos para lograr un alto el fuego humanitario incondicional".
Kerry ha valorado que un alto el fuego de estas características debe de poner fin a los combates y permitir la entrada de ayuda humanitaria en el enclave palestino, así como poner fin a la amenaza que suponen los túneles construidos por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para infiltrarse en territorio israelí.
"El impulso logrado por un alto el fuego humanitario es la mejor manera de ser capaces de negociar y ver si se puede lograr un alto el fuego duradero, uno que dé respuesta a todas las preocupaciones", ha remachado el secretario de Estado.
Un total de 1.088 palestinos han muerto en el marco de la operación 'Margen Protector', mientras que el número de heridos supera los 6.470, según el balance oficial. Cerca del 80 por ciento de las víctimas son civiles, según los datos facilitados por Naciones Unidas.
Por otra parte, han fallecido 48 soldados y dos civil israelíes, así como un civil de nacionalidad tailandesa. La muerte de todos los soldados israelíes se ha producido después de la decisión tomada el 17 de julio por el Gobierno israelí de iniciar una operación terrestre contra el enclave.