Los criterios para calcular la clave de reparto -- la población, el PIB, los esfuerzos pasados y la tasa de paro-- y su carácter obligatorio levantaron las reservas de un gran número de Estados miembros, incluida España, quién tendría que realojar a 4.288 inmigrantes si se empleara esta fórmula.
En las primeras discusiones de los Estados miembros sobre esta posibilidad en el mes de abril, ya "quedó claro" que "jamás" aceptarían cuotas obligatorias, según aseguran fuentes europeas, para explicar que este proyecto haya quedado apartado por miedo a que paralizara el resto del compromiso.
Pese a todo, los líderes quieren demostrar que van a tomar medidas con las que "reforzar la solidaridad y la responsabilidad" europea con la crisis migratoria y sí aceptarán crear un mecanismo "excepcional y temporal", con el que recibir a "40.000 personas en clara necesidad de protección". Un techo al apoyo a Grecia e Italia en la acogida de inmigrantes que escapan del sur del Mediterráneo que, además, se repartirá en un periodo de dos años.
"Todos los Estados miembros acordarán el reparto de estas personas antes de que acabe el mes de julio", indica el borrador de conclusiones, lo que según fuentes diplomáticas es prueba de que los Veintiocho "asumen" que deberán acoger a parte de los realojados.
Las mismas fuentes señalan que los líderes piden la "rápida adopción de una decisión del Consejo" para poner en marcha el mecanismo de realojo, lo que en la práctica supone que el compromiso es "vinculante".
El hecho de que la "pelea" por repartir el peso de la acogida quede también aplazada al próximo mes hace que sea "prematuro" esperar que se conozcan compromisos nacionales tras esta cumbre, si bien otras fuentes admiten que el volumen de demandantes de asilo que pueda aceptar por ejemplo España no será, en ningún caso, un "aluvión".
Los mandatarios europeos prevén asumir otros compromisos de la nueva estrategia sobre migración del Ejecutivo comunitario, como el principio de que los Estados miembros participarán en otro programa de acogida para recibir a 20.000 refugiados.
También habrá apoyo económico para los países de la UE "en primera línea" de la presión migratoria y se dispondrán de medios e instalaciones en las fronteras para una "rápida identificación, registro y tratamiento de las solicitudes" de los inmigrantes.
Los líderes europeos subrayarán, además, la necesidad de contar con políticas efectivas para la devolución, readmisión y reintegración de aquellos inmigrantes irregulares llegados a territorio comunitario y para los que se deniega el estatus de refugiado o de demandante de asilo. A su juicio, este es un aspecto clave para "desincentivar" a los inmigrantes que tratan de llegar de manera irregular a la Unión Europea.