El secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Araby, declaró este lunes que el organismo que dirige se inclina por llevar a cabo acciones de persuasión en vez de adoptar "medidas drásticas" para presionar a las autoridades sirias para que acaben con la violenta represión de las manifestaciones, tras la semana más sangrienta en los cinco meses de revueltas contra el presidente, Bashar al Assad.
El silencio de la Liga Árabe contrasta con el apoyo de la organización a una zona de exclusión aérea en Libia tras el alzamiento de una oposición armada contra el líder del país norteafricano, Muamar Gadafi.
"No hay que esperar medidas drásticas sino ir paso a paso en la persuasión para resolver el conflicto", explicó El Araby a los periodistas. El domingo, la organización emitió un comunicado en el que manifestó su "creciente preocupación" ante la violenta represión de las protestas.
"Lo que está pasando en Siria preocupa a la Liga y al mundo. El diálogo y el fin de la violencia son la única opción. Las protestas y las peticiones de cambio no se pueden realizar a través de la violencia. La Liga Árabe espera una respuesta positiva de Siria al comunicado de la Liga", señaló este lunes a los periodistas.
"Por ahora hemos realizado un comunicado al igual que otros países. No conozco a nadie que pida más acciones por ahora, hay que esperar a las repercusiones que pueda tener el comunicado de la Liga Árabe y de otros países árabes", añadió. Arabia Saudí condenó el domingo los ataques a la oposición y retiró a su embajador en Damasco.