Según las informaciones facilitadas por el Ministerio del Interior, la célula desmantelada estaría activa en las localidades de Essauira, Meknes y Sidi Kacem, apuntando a una posible vinculación de la misma con el grupo yihadista Estado Islámico.
La operación se ha saldado con la incautación de cuatro ametralladoras, tres revólveres, una pistola automática, trece bombas lacrimógena, productos químicos destinados a la fabricación de explosivos y una gran cantidad de munición para las diferentes armas.
El Ministerio del Interior ha asegurado además que la célula habría planeado "una serie de operaciones terroristas contra instituciones estratégicas y sensibles" bajo la supervisión de "experimentados líderes del Estado Islámico, uno de los cuales está en Turquía".
"La red terrorista había planificado igualmente reclutar a menores, y al menos uno de ellos estaba preparado para perpetrar un atentado suicida con coche bomba", ha remachado.