Luke Santana, de la escuela primaria Sandy Hook, donde murieron 20 niños el pasado viernes, explicó que los maestros los metieron a todos en un aula cuando el pistolero comenzó a disparar, según publicó la CBS.
"Era difícil porque todos estábamos amontonados unos sobre otros, y yo les decía: 'No te preocupes , deja de llorar que mi papá es oficial de la policía y nos va a ayudar.'".
La madre de Luke, Lisandra Santana explicó que su esposo escuchó la llamada a través de la radio y se apresuró en llegar a la escena.
"No estaba seguro de que su hijo estuviera vivo", dijo.
El niño contó que la maestra los protegió escondiéndolos en un armario antes de que el asesino entrara en el aula.
La madre de Luke reconoció la valentía de su hijo: "Ha pasado por muchas cosas y estoy muy orgulloso de él". "Me alegro de que fuera valiente y fuera capaz de hablar con sus compañeros para decirles que todo iba a salir bien".