Merkel y Sarkozy refuerzan sus posiciones ante el G-20 y piden una revisión de la OTAN

EFE 12/03/2009 13:24

En una rueda de prensa celebrada al término del undécimo consejo de ministros germano-galo, Merkel y Sarkozy manifestaron su convicción de que de la cumbre del G-20 del 2 de abril tienen que salir resultados concretos con respecto a la regulación de los mercados financieros internacionales para prevenir futuras crisis financieras.

"Los programas de apoyo a la coyuntura son importantes y los europeos hemos hecho nuestra aportación, con Alemania y Francia a la cabeza, pero éstos no pueden reemplazar la regulación", dijo Merkel.

Ambos rechazaron las propuestas de Washington de lanzar nuevos programas de reactivación y subrayaron que esperan que en Londres siga siendo válido lo acordado.

"No queremos gastar aún más dinero", indicó Sarkozy, quien recalcó que la prioridad de la Unión Europea es fijar reglas internacionales para supervisar los mercados financieros, lograr que el sistema bancario vuelva a funcionar y que lo haga de forma transparente.

Sarkozy señaló que Alemania y Francia irán a Londres con una posición clara y conjunta a este respecto y pronosticó que la cumbre terminará siendo un acontecimiento histórico.

"Estamos plenamente convencidos de que nuestras propuestas acabarán formando parte del documento final", afirmó Merkel.

Sarkozy insistió en que "los pueblos del mundo entero" esperan con razón que la cumbre del G-20 concluya con "resultados visibles".

Ambos subrayaron el grado de consenso alcanzado entre los dos países y el buen funcionamiento del eje franco-alemán, una cooperación que, según insistió Sarkozy, va en beneficio y no en detrimento de los restantes socios.

Tanto Merkel como Sarkozy abogaron, además, por lograr que de la citada cumbre salga una lista con los países que no cooperan en el intercambio fiscal.

"En Londres se demostrará si tenemos el valor de citar a los países por su nombre", dijo Sarkozy, quien insistió en que no se trata de criticar que haya naciones con tipos impositivos bajos, sino de que "digan de dónde viene el dinero y qué hacen con él".

La canciller valoró positivamente que el mero hecho de haber planteado este asunto haya conducido a que algunos países "hayan empezado a moverse".

"La creciente presión empieza a arrojar frutos", apuntó Merkel, en alusión a que algunos países como Liechtenstein han dejado entrever su disposición a levantar el secreto bancario.

"Cuanto más claro apostemos por incluir a los que no cooperen en una lista, mayor será el número de países dispuestos a cooperar", añadió.

En una declaración conjunta que sigue la línea de lo acordado en la reciente reunión preparatoria celebrada en Berlín, ambos se comprometen a no aplicar "medidas proteccionistas" y a reclamar que todos los países de la eurozona vuelvan a cumplir los criterios del Pacto de Estabilidad Europeo en cuanto lo permita la crisis.

En el documento, Alemania y Francia subrayan que la eurozona debe mantener sus puertas abiertas a otros miembros de la UE.

En el consejo de ministros germano-galo se habló también de la decisión de Francia de volver a las estructuras militares de la OTAN, paso que Merkel celebró explícitamente en la rueda de prensa posterior y que Sarkozy justificó en el deseo de su país de reforzar el papel europeo en la Alianza.

El presidente francés destacó que la idea de reforzar con ello la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) no debe interpretarse como un intento de mermar el papel de Estados Unidos dentro de la OTAN.

"Para Estados Unidos, es una buena baza poder contar con una Política Europea de Seguridad y Defensa que funcione, y no lo contrario", recalcó.

Ambos abogaron por una nueva estrategia de la OTAN que sustituya a la de 1999 y se adapte a los retos del futuro.

El consejo de ministros germano-galo fue instaurado en 2003 por iniciativa del entonces presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller en aquel momento, Gerhard Schröder, con motivo del 40 aniversario de los Tratados del Elíseo.

Esta reunión tiene lugar dos veces al año, una en Francia y otra en Alemania.