Los yihadistas fueron abatidos en la provincia de Nangarhar, en el este del país, concretamente en las localidades de Deh Bala y Achin, el lugar donde Estados Unidos arrojó hace dos semanas la bomba no nuclear más potente jamás empleada en combate.
Esta operación tiene lugar además después de que un ataque talibán dejara en torno a 140 militares afganos muertos en una base militar de Mazar i Sharif, en el norte del país, en lo que se trata del segundo asalto masivo contra instalaciones del Ejército afgano desde principios de año.
El pasado mes de febrero, un ataque insurgente contra el hospital militar de Sardar Mohamad Daud, en la capital, Kabul, dejó un saldo de medio centenar de fallecidos.