Los ataques son una represalia por el ataque de este viernes en el puesto de control de Bir al Abd, al este de la ciudad de El Arish, en el que murieron doce soldados.
Las fuerzas aéreas y la brigada de artillería egipcias bombardearon siete escondites de milicianos este martes y dañaron 16 zulos y depósitos de armas usados por los insurgentes. El Ejército ha informado de que ha matado desde este viernes a cerca de 50 milicianos.
El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, ha asegurado en una entrevista con varios periódicos que la guerra de su país contra milicianos islámicos en la península de Sinaí sería larga, aunque se ha jactado de que las condiciones en la región están mejorando.
Cientos de policías, militares y milicianos han muerto en los últimos años de insurgencia islamista en Egipto, principalmente en la región del Sinaí. En la zona opera Wilaya del Sinaí, (Provincia del Sinaí), filial del Estado Islámico. Hasta noviembre de 2014 el grupo era conocido como Ansar Beit al Maqdis, Seguidores de la Casa Sagrada.