"Hace más de un año que no llueve y las personas caminan hasta 10 kilómetros para encontrar agua potable. Tampoco hay comida y la gente se muere de hambre", ha denunciado el misionero salesiano Luke Mulayinkal, que trabaja en la zona.
La organización ya ha realizado varios repartos de comida y agua potable en la región. "Hemos llegado a repartir alimentos a más de 4.800 hogares que se encontraban en situación muy grave. Se han repartido más de 260 kilos de maíz, alrededor de 200 kilos de judías, más de 4.800 litros de aceite y miles de litros de leche y agua", ha explicado Mulayinkal.
Además, ha declarado el misionero, "muchos niños y niñas están enfermando por no beber agua limpia y por la falta de alimento". "Nuestra clínica está al 100 por cien y trabaja día y noche para ayudar a los enfermos y a los que más lo necesitan", ha añadido.
La situación de la población más empobrecida es cada día más crítica y desde Misiones Salesianas se insta a que esta situación no caiga en el olvido.