Embarazada de seis meses, Mary consume alcohol a diario. ¿Por qué?. Cuando tenga a su quinto hijo, el gobierno sudafricano le pagará unos veinte euros al mes. Pero si el pequeño nace con alguna minusvalía, la cifra superará los cien euros. "De esta manera, dice la madre, podré alimentarlo y enviarlo a la escuela". El precio, causar al feto daños irreversibles, que en su futura vida supondrán malformaciones o, con suerte, dificultades para hablar y para el aprendizaje. Sudáfrica ostenta el récord de recién nacidos con síndromes por el alcoholismo de sus madres. A menudo, la policía desmantela alguna de las destilerías clandestinas que abundan en las barriadas chabolistas, ante el enojo de los vecinos. Pero no basta para romper el círculo vicioso. La niña que hoy tiene problemas para contar, seguramente acabará mañana, alcoholizada, y transmitirá alguna enfermedad a su descendencia.