El MNLA acusa al Ejército de violar el alto el fuego con el asalto a la localidad de Menaka

EUROPA PRESS 28/04/2015 04:47

"Después del inicio del proceso de negociaciones, las violaciones del alto el fuego por el Gobierno son flagrantes y reiteradas sin que la comunidad internacional ni la (MINUSMA) las denuncie de forma suficiente", ha lamentado en un comunicado.

"La gravedad de la agresión es inaceptable, especialmente teniendo en cuenta que llega después de que la Coalición de Movimientos del Azawad (CMA) aceptara el principio de acuerdo (alcanzado a principios de marzo) sin más retrasos", ha agregado.

Por ello, el MNLA ha indicado que "el Gobierno maliense es totalmente responsable de las consecuencias de estos ataques", argumentando que la CMA "no puede soportar de forma indefinida las agresiones de Bamako sin responder". "Esta posición no modifica en nada el compromiso de la CMA con la búsqueda de la paz", ha remachado.

En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg, y Francia intervino militarmente para poner fin a los avances de los yihadistas hacia el sur del país.

Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.

Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.

Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.