Gresh ha indicado, en declaraciones concedidas al diario egipcio 'Al Ahram', que se encontraba en una cafetería cercana a la Embajada británica con otras dos periodistas egipcias debatiendo sobre la situación política en el país cuando una mujer sentada en una mesa cercana les gritó: 'Queréis destruir el país'.
Tras ello, fue a hablar con varios agentes que se encontraban en la zona y que pidieron a Gresh y a las otras dos periodistas que se identificaran cuando abandonaron el local.
Gresh ha detallado que tanto él como las otras dos periodistas permanecieron retenidos en la calle durante una hora y media, teniendo que responder a varias preguntas. Tras ello, contactó con la Embajada francesa y el director del Sindicato de Periodistas de Egipto, Diaa Rashwan.
El periodista ha agregado que el Ministerio del Interior le invitó horas después a una reunión con el viceministro para Derechos Humanos, quien presentó sus disculpas por el "malentendido".
Así, y tras asegurar que los agentes tuvieron un comportamiento educado, ha valorado que el incidente es una mala señal. "Lo alarmante no es que nos parara la Policía, sino que una civil se enfadara y nos denunciara por una conversación. Es alarmante", ha zanjado.